"¿Y por qué hacemos todo esto? Por la afición, por la afición, por la afición". Esto lo ha dicho Simón Casas hace un rato.
Luego también ha dicho que hay que hacer caso y atender al aficionado, sí. Pero que al tonto, no. Ha hablado del secuestro de la plaza por unos pocos y esas cosas.
A mí me queda la duda de cuáles son los criterios para separar aficionados de tontos. Por ejemplo, si quieres que se lidien en Madrid encierros de Saltillo, ¿eres tonto o aficionado? Si te gustaría ver en San Isidro un cartel tipo toros de Cuadri para "El Juli", Manzanares y Fandiño, además de un iluso, ¿eres tonto o aficionado?
Análisis más sesudos, inteligentes y libres encontraréis a miles (bueno, algunos) por ahí, pero es que esto me ha llamado la atención. Por lo demás, está muy bien tener a alguien como Simón Casas en estos eventos tan rácanos para fotografiar. Siempre te da algo de juego.
El resto de los miembros del triunvirato, aunque en realidad son cuatro, gesticula bastante menos.